viernes, febrero 11, 2005

Sábado 01 de Mayo de 2004 / Epistolario



De R.J.D.M
San Francisco, California
rielmauda@yahoo.com


Ramón Dgez fue tan amable de hacerme llegar una copia.


Primero que nada, ¿qué paso con el Moreno?

Haber leído tus cuentos me inspiro a iniciar uno propio casi autobiografico de la aparicion de Deboradora Jennsen en mi vida.

Inicia asi: El día que «El Negro» se le rajo en el momento de la verdad con el «threesome» sexual que tanto se había alucinado.

Deboradora prometio venganga. El muy puto no soporto ver a «La Rana» golpetear con violencia su vientre contra las nalgas de ella en posicion de perrito; optó por retirarse a llorar escondido en una habitacion separada de la casa. Los judiciales que la usaban como juguete sexual, animales de aspecto desagradable, le habían incrustado sin saber, el deseo de sentirse poseída pero por especimenes de su agrado. Razón por la cual juró cobrarse...

Algo así va la cosa...Felicidades por tu logro!!!!!